Bueno, este es otro fic que estoy haciendo, ya tiene cuatro capitulos pero los ire colgando poco a poco para que no os de pereza leeroslo. Atencion, este fic consta de capítulos cortos, así que no os quejeis por la longitud porque está hecho adrede xD.
La noche acechaba Notherheilm, las calles estaban oscuras, algunas, tenian el pequeño brillo de una antorcha, pero por lo general la noche cernia su manto negro por toda la ciudad. Entre una de aquellas callejuelas paseaba él, con su manto negro y el pelo del mismo color recogido en una gracil cola de caballo. Desde hacia un rato cuatro hombres le perseguian por los tejados de la ciudad. Hacian demasiado ruido como para no escucharles o al menos eso fue lo que pensó él, pero realmente no hacian mas ruido que un astuto felino acechando a su presa. Al doblar por una de las calles se encontró con dos de los hombres cerrandole el paso. Otros dos descendieron rápidamente para cortarle la retaguardia. Tres de ellos iban ataviados con túnicas grises y espadas cortas, el cuarto llevaba el torso semi desnudo cubierto por un pequeño chaleco negro adornado con unos pequeños remaches dorados y estaba armado con una cimitarra.
El joven no mostró miedo alguno. Tampoco se sorprendió, se mantuvo inmóvil, mirando en silencio a los cuatro hombres que se creian asesinos. El hombre con el pecho semi descubierto dió un paso hacia adelante, dando a entender que el era el cabecilla de ese pequeño grupo.
- Ha llegado tu hora Nightshadow- dijo el hombre sonriendo con maldad.
Pero Nightshadow no se inmutó, era consciente de su valiosa reputación y sabia que aquellos cuatro hombres estaban mas asustados que un pobre ratoncito encerrado, por mucho que fueran superiores en número. Podia oler su miedo y el nauseabundo hedor que desprendia el sudor de cada uno de ellos.
Los dos hombres que tenia a la espalda se lanzaron hacia él feroz y bruscamente, con gráciles movimientos esquivó a ambos, en un instante sacó su espada larga y asestó a ambos sendas estocadas que provocaron que los dos murieran prácticamente al instante. El hombre con chaleco hizo una muesca de desagrado, mientras que Nightsadow le sonreia limpiando la espada de sangre.
- Te crees muy bueno por ser uno de los mejores de la hermandad de los Black Assassins ¿verdad?- dijo el hombre enfadado.
Los dos asesinos se lanzaron hacia Nightshadow, de nuevo el callejon se inundó de estocadas y dos cuerpos mas yacian en tierra. Cuatro cuerpos estaban en el suelo, inmoviles, tres muertos y otro tenia un tajo gigantesco en el pecho, que pronto le llevaria al mismo destino. Ignorando esto, Nightshadow volvió a enfundar su espada.
Después, se dirigió hacia el jefe de los asesinos, aun vivo. Conseguiría que en sus últimos momentos de vida dijera el nombre de la persona que los habia contratado. Se arrodilló ante el cuerpo, la respiración era costosa y el hombre tenia los ojos vidriosos.
- Estás muriendote- dijo Nightshadow
- Dime... algo... que... yo... no sepa- dijo el jefe de los asesinos.
- ¿Quién te contrató?- pregunto inquisitorialmente
- Jamás te diré nada- dijo el hombre agachando la cabeza.
Nightshadow habia pensado en esa posibilidad, pero se consideraba una persona bastante persuasiba. Sacó un cuchillo. Poco despues abandonaba la escena dejando alli los cuatro cuerpos y con la información que deseaba obtener.
CAPITULO 1
La noche acechaba Notherheilm, las calles estaban oscuras, algunas, tenian el pequeño brillo de una antorcha, pero por lo general la noche cernia su manto negro por toda la ciudad. Entre una de aquellas callejuelas paseaba él, con su manto negro y el pelo del mismo color recogido en una gracil cola de caballo. Desde hacia un rato cuatro hombres le perseguian por los tejados de la ciudad. Hacian demasiado ruido como para no escucharles o al menos eso fue lo que pensó él, pero realmente no hacian mas ruido que un astuto felino acechando a su presa. Al doblar por una de las calles se encontró con dos de los hombres cerrandole el paso. Otros dos descendieron rápidamente para cortarle la retaguardia. Tres de ellos iban ataviados con túnicas grises y espadas cortas, el cuarto llevaba el torso semi desnudo cubierto por un pequeño chaleco negro adornado con unos pequeños remaches dorados y estaba armado con una cimitarra.
El joven no mostró miedo alguno. Tampoco se sorprendió, se mantuvo inmóvil, mirando en silencio a los cuatro hombres que se creian asesinos. El hombre con el pecho semi descubierto dió un paso hacia adelante, dando a entender que el era el cabecilla de ese pequeño grupo.
- Ha llegado tu hora Nightshadow- dijo el hombre sonriendo con maldad.
Pero Nightshadow no se inmutó, era consciente de su valiosa reputación y sabia que aquellos cuatro hombres estaban mas asustados que un pobre ratoncito encerrado, por mucho que fueran superiores en número. Podia oler su miedo y el nauseabundo hedor que desprendia el sudor de cada uno de ellos.
Los dos hombres que tenia a la espalda se lanzaron hacia él feroz y bruscamente, con gráciles movimientos esquivó a ambos, en un instante sacó su espada larga y asestó a ambos sendas estocadas que provocaron que los dos murieran prácticamente al instante. El hombre con chaleco hizo una muesca de desagrado, mientras que Nightsadow le sonreia limpiando la espada de sangre.
- Te crees muy bueno por ser uno de los mejores de la hermandad de los Black Assassins ¿verdad?- dijo el hombre enfadado.
Los dos asesinos se lanzaron hacia Nightshadow, de nuevo el callejon se inundó de estocadas y dos cuerpos mas yacian en tierra. Cuatro cuerpos estaban en el suelo, inmoviles, tres muertos y otro tenia un tajo gigantesco en el pecho, que pronto le llevaria al mismo destino. Ignorando esto, Nightshadow volvió a enfundar su espada.
Después, se dirigió hacia el jefe de los asesinos, aun vivo. Conseguiría que en sus últimos momentos de vida dijera el nombre de la persona que los habia contratado. Se arrodilló ante el cuerpo, la respiración era costosa y el hombre tenia los ojos vidriosos.
- Estás muriendote- dijo Nightshadow
- Dime... algo... que... yo... no sepa- dijo el jefe de los asesinos.
- ¿Quién te contrató?- pregunto inquisitorialmente
- Jamás te diré nada- dijo el hombre agachando la cabeza.
Nightshadow habia pensado en esa posibilidad, pero se consideraba una persona bastante persuasiba. Sacó un cuchillo. Poco despues abandonaba la escena dejando alli los cuatro cuerpos y con la información que deseaba obtener.